Para tener un buen día

Es muy importante comenzar el día conactitud positiva y viendo las cosas por su lado bueno, interesante buscar lasmotivaciones que te impulsen. Cuando comienza tu jornada puedes tener dos formas de ver las cosas, poniéndote en lo peor, o por el contrario buscando lo mejor que puedes hacer.

De ti depende, así que si de verdad quieres tener un buen día y hacer surgir lo mejor que hay en ti, encontrar las motivaciones para que salga a la luz tu perfil más proactivo y positivo, aquí van diez consejos para que te resulte más fácil:

Haz tus tareas con motivación, pasión, alegría y pon todas tus ganas en conseguirlo. Da lo mismo lo que sea, desde el tema más simple hasta el más complicado, cuando te dispones a hacer algo no te pongas excusas, aunque sea difícil o poco agradable, échale todo tu empeño y acábalo. Cuando termines te sentirás muy bien y reforzarás tu motivación para empezar una nueva tarea.

Date unas buenas dosis de autoestima y seguridad. Cuanto más refuerces tus talentos personales y la creencia en tus potencialidades, más fácil te resultará todo. No te dejes influenciar por lo que los demás digan o por circunstancias que te hagan sentir mal o en condiciones de inferioridad, repítete todos los días mensajes que refuercen la gran persona que eres y cómo trabajas para ser cada día un poco mejor.

Disfruta cada momento del día como algo único e irrepetible y no pierdas el tiempo con cuestiones en las que tú no puedes influir o no puedes cambiar.

Vive en el presente, no pienses en los malos momentos de tu vida y aliméntate de los buenos recuerdos. Te reforzarán e impulsarán para seguir avanzando en tus logros personales.

Sal al encuentro de las oportunidades que cada día pasan por delante de ti. Si en algo has fallado, aprende de ello, ya que esto es una magnífica enseñanza para aprender lo que no funciona y poner soluciones para alcanzar lo que te propongas.

Busca y relaciónate con personas positivas que enriquezcan tu vida y te aporten valor.

Cuida y mima a tu familia, a tus amigos y a las personas a las que quieres. En ellas siempre encontrarás un apoyo incondicional y llenarán tu vida de buenos momentos.

No pierdas ni un minuto de tiempo en críticas destructivas o envidiar lo que otros tienen. Trabaja para conseguir tus logros y siente el orgullo de alcanzar tus metas.

Establece un plan de acción que te permita tener centrado y enfocado lo que deseas conseguir. Cuanto más claro tengas lo que quieres, más fácil te resultará conseguirlo.

Si en algún momento pasas dificultades o los objetivos trazados tardan en llegar, es cuestión de que insistas y al final lo conseguirás. La voluntad, la constancia y el tesón mueven montañas.

Si te ocupas de aplicar estos principios te sentirás bien, optimista y serás una persona más alegre y más abierta a nuevas oportunidades.

EL ELEFANTE ENCADENADO

— No puedo –le dije— ¡NO PUEDO! 
— ¿Seguro? –me preguntó el gordo.
— Sí, nada me gustaría más que poder sentarme frente a ella y decirle lo que siento... pero sé que no puedo.

El gordo se sentó a lo Buda en esos horribles sillones azules de consultorio, se sonrió, me miró a los ojos y bajando la
voz (cosa que hacía cada vez que quería ser escuchado atentamente), me dijo:
— ¿Me permites que te cuente algo?

Y mi silencio fue suficiente respuesta.

Jorge empezó a contar:

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.

Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a alguna tía por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. — Hice entonces la pregunta obvia:
— Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:

El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre— que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.

Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

—Y así es, Demián. Todos somos un poco como ese elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas “no podemos” simplemente porque alguna vez, antes, cuando éramos chiquitos, alguna vez, probamos y no pudimos. Hicimos, entonces, lo del elefante: grabamos en nuestro recuerdo:

NO PUEDO... NO PUEDO Y NUNCA PODRÉ 

Hemos crecido portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar. Cuando
mucho, de vez en cuando sentimos los grilletes, hacemos sonar las cadenas o miramos de reojo la estaca y confirmamos
el estigma:

¡NO PUEDO Y NUNCA PODRÉ! 

Jorge hizo una larga pausa; luego se acercó, se sentó en el suelo frente a mí y siguió:
Esto es lo que te pasa, Demián, vives condicionado por el recuerdo de que otro Demián, que ya no es, no pudo. Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón...

...TODO TU CORAZON 

Extraido del libro 

Déjame que te cuente de Jorge Bucay

Razones para estar motivados

Todos tus sueños pueden hacerse realidad si tienes el coraje de perseguirlos. (Walt Disney)

La vida no es una zoncera. Es necesario tener bien claro los objetivos para que nuestra existencia tenga un sentido, si no seríamos entes animados que únicamente se limitarían a esperar el paso del tiempo. Hemos nacido para algo, y depende de nosotros la trascendencia de lo que hagamos.

La motivación es fundamental, se trata de la inspiración necesaria para producir los mejores resultados en cada una de las acciones que realicemos. La motivación no es exclusiva de un trabajo o disciplina, sino que puede aplicarse a todos los ámbitos en que se desarrolla la vida. Absolutamente, para todo es necesario estar motivado.

Las motivaciones pueden estar representadas por las pequeñas aspiraciones que movilizan nuestras acciones cotidianas pero, generalmente, existe un propósito mayor que es el que involucra a todos.

Estar motivados significa tener el suficiente combustible como para arribar, de buena manera, a la meta pensada. Son las ganas y las fuerzas con que emprendemos nuestro camino hacia lo que nos hemos propuesto. Sin planes ni anhelos no hay motivación posible, por lo tanto es necesario tener bien establecido cuál es el objeto de nuestro rumbo antes de pretender poner en marcha el motor. Todo lo que hagamos sin un destino claro puede dispersarse y pasar a ser un motivo de distracción que no nos permita ver más allá.

Hay ocasiones en que, al haber logrado algo muy deseado, desaparece la motivación y nada parece tener sentido. Es el momento de plantear nuevos emprendimientos, reiniciar nuestro ordenador mental y establecer las nuevas pautas que permitan comenzar el intento.

Nos motivamos al crear un entorno en el que podamos satisfacer nuestros objetivos aportando energía y esfuerzo. Las personas motivadas tienen empuje, dirección y resolución. La motivación no se caracteriza como un rasgo personal, sino por la interacción de las personas.

Si meditamos sobre el comportamiento en la vida íntima, nos daremos cuenta de nuestra preferencia y accionamiento por lo que estamos motivados, ese algo que nos impulsa, que nos compromete, pues eso mismo ocurre en nuestra vida laboral.

Vivimos en una época muy difícil, llena de obstáculos y dificultades, que van desde las situaciones personales de cada uno, pasando por lo que está ocurriendo en nuestras ciudades, en nuestros países y en el mundo en general. La mejor manera de vencerlo es teniendo una gran motivación que salga de lo más profundo del ser.

La motivación podría definirse como todo aquello que hace mover desde adentro de cada persona, desde su interior, y que es el impulso imprescindible para alcanzar lo deseado. Estar motivados conlleva moverse y accionar, proponer nuevas actitudes, nuevas metas, nuevos propósitos y retos tanto en lo personal como en lo profesional.

Fuente: Muchas Gracias Total

Comprometido

Hoy, estás comprometido con algo. ¿Con qué?

¿Estás comprometido con tan sólo transcurrir, a dejar pasar el día con el menor esfuerzo posible? ¿O estás comprometido con algo más grande, algo realmente grandioso y emocionante y realizador?

Lo que sea con lo que estés de verdad comprometido, será eso exactamente lo que obtendrás. Lo que sea con lo que estés realmente comprometido, determinará la calidad de vida a la cual te estés encaminando.

Dentro de ti hay una visión anhelando cobrar vida. Es una visión que merece tu pleno compromiso.

Comprometerte con tu más profunda visión no es fácil, y demandará mucho de ti. Sin embargo, tú sabes que es la mejor decisión posible.

Toma esa decisión, comprométete con lo mejor que yace dentro de ti, una y otra vez, cada instante de cada día. Y la vida que generes, tu propia vida, no será otra cosa que excepcional.

Gabriel Sandler

Cada mañana trae una bendición escondida

Podemos creer que todo lo que la vida nos ofrecerá mañana es repetir lo que hicimos ayer y hoy. Pero, si prestamos atención, percibiremos que ningún día es igual a otro. Cada mañana trae una bendición escondida; una bendición que solo sirve para este día y que no puede guardarse o desaprovecharse. Si no usamos este milagro hoy, se perderá. Este milagro esta en los detalles de lo cotidiano; es preciso vivir cada minuto porque allí encontramos la salida de nuestras confusiones, la alegría de nuestros buenos momentos, la pista correcta para la decisión que ha de ser tomada. No podemos dejar nunca que cada día parezca igual al anterior porque todos los días son diferentes. Presta atención a todos los momentos, porque la oportunidad, el "“instante mágico", está a nuestro alcance.

Paulo Coelho

Se optimista

Hellen Keller

Cambiar

"Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia."

Paulo Coelho